A lo largo de su historia de tres milenios, la ciudad de Roma ha acumulado una serie de símbolos, cada uno reflejando su rico patrimonio y legado cultural. Estos símbolos abarcan desde figuras mitológicas y maravillas arquitectónicas hasta monumentos históricos y representaciones artísticas. Este artículo se adentra en los diversos símbolos de Roma, revelando las historias y el significado detrás de ellos.
La Loba Capitolina es una figura central en la mitología romana, representando la fuerza nutriente que crió a Rómulo y Remo, los fundadores gemelos de Roma. Numerosas estatuas e imágenes capturan a la loba mientras alimenta a los jóvenes hermanos. La representación más renombrada de esta figura cariñosa se puede encontrar en lo alto de una columna histórica en la colina del Capitolio, mientras que la obra de arte original se conserva en el Museo Capitolino.
Como una de las estructuras más icónicas de Roma, el Coliseo personifica la historia eterna de la ciudad. Este colosal anfiteatro, construido por los emperadores flavianos, está indisolublemente vinculado a Roma y su pasado lleno de historias. El famoso adagio “cuando el Coliseo caiga, también lo hará Roma” destaca su importancia y presencia perdurable.
Otros símbolos bien conocidos de Roma incluyen la enigmática Boca de la Verdad, la Fuente de Trevi con su tradición de lanzar monedas, y el Panteón, un símbolo de la indestructibilidad de la ciudad. Las antiguas murallas aurelianas también ejemplifican la resiliencia de Roma a lo largo del tiempo.
La iconografía cristiana es evidente en la simbología romana, más prominentemente en la forma de la cúpula de San Pedro, una característica inconfundible en el horizonte de la ciudad. Además, el acrónimo S.P.Q.R., que significa “Del Senado y el Pueblo de Roma,” refleja el vínculo histórico entre el Senado y el pueblo. Este acrónimo se incorpora al escudo de armas moderno de Roma, presentando un escudo gótico en rojo—el color de Marte victorioso—con una cruz griega, seguido de las letras doradas S.P.Q.R. Estos colores también están asociados con el equipo de fútbol Roma y los edificios históricos en el centro de la ciudad. El pintor renombrado Renzo Vespignani describió famosamente el color de Roma como “el ocre amarillo del pan quemado”, una mezcla de oro y rojo.
La antigua Roma se enorgullecía de sus propios símbolos únicos, como la Rostra, el Gigante del Tíber, y la Diosa Roma. En la Edad Media, Roma a menudo se personificaba como una reina, mientras que el león simbolizaba al pueblo romano. Actualmente, los Nasoni—pequeñas fuentes de hierro fundido que proporcionan agua fresca—están entre los símbolos más encantadores y omnipresentes de Roma.
Otros símbolos notables incluyen el águila, que representaba a la legión romana y al Imperio romano; las fasces, un símbolo de orden legal; el globo, que denota el poder universal; y el laurel, simbolizando al dios Apolo y a la victoria. Colectivamente, estos símbolos tejen un cautivador tapiz que ilustra la grandiosidad atemporal de Roma y su historia llena de relatos.